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NOTAS DEL DIARIO DE FARADAY

Michael Faraday (1791-1867)

Habiendo comenzado a trabajar como aprendiz de encuadernador, y entrando luego en el campo de la ciencia como lavador de botellas y ayudante de Sir Humphry Davy, Michael Faraday hubo de soportar los vejámenes de la antigua escuela.

No perteneciendo a la escuela ortodoxa de Cambridge, que a la sazón tenía en sus manos en centro de la ciencia inglesa, mucho tardó Faraday en ver acogidas por sus compatriotas sus brillantes ideas intuitivas en los campos de la química y la física y en el flamante del electromagnetismo. Y, sin embargo, en la actualidad toda dínamo con su zumbido, todo motor eléctrico en su girar canta un himno de alabanza en honor de aquel inglés genial, sosegado y laborioso. Puede decirse que el 26 de marzo del año de 1832 es el día magno en la historia de la electricidad, porque en esta fecha Faraday descubrió y concienzudamente anotó en su diario, que aquí citamos, las relaciones entre el magnetismo y las corrientes eléctricas. Sin esa magnifica simplificación de los diversos fenómenos eléctricos, se hubiera retardado no poco el advenimiento de la "era de la electricidad".

Precedieron a Faraday en el campo del electromagnetismo otros importantes investigadores del siglo XIX en especial Galvani, Volta, Oersted, y Ampère. Otros vinieron en pos de él, en particular Joseph Henry, Ohm, Wheatstone, Maxwell, J.J. Thomson y Michael Pupin. Pero ninguno lo aventajó en importancia.

Galvani, fisiólogo italiano, mientras disecaba una rana, observó casualmente ciertas contracciones musculares del batracio, las cuales atribuyó él a la "electricidad animal". Dio la explicación correcta Alessandro Volta, inventor de la "pila de volta", que fue el primer acumulador capaz de suministrar corriente eléctrica continua.

Quedaron firmemente unidos la electricidad y el magnetismo, constituyendo una rama sola de la ciencia, el electromagnetismo, aquel día del año de 1820 en que el danés Hans Christian Oersted observó que la aguja magnética de una brújula era atraída por un alambre conductor de corriente eléctrica. De ahí a poco anunciaba Ampère su célebre ley: "Dos corrientes paralelas y del mismo sentido mutuamente se repelen; dos corrientes paralelas y de sentido contrario se atraen mutuamente".

Tales fueron los descubrimientos que especialmente amplió Faraday. Era éste a la sazón director, mal pagado, del laboratorio londinense de la Royal Institution, y había fundado su prestigio personal en muchos descubrimientos notables. Entre los más importantes de sus demás trabajos se encuentran el concepto de campo magnético y de líneas de fuerza magnética, la producción de dos especies nuevas de cristales ópticos, el descubrimiento de dos compuestos de cloro y carbono, y, en la electricidad, investigaciones sobre la electrólisis y el descubrimiento del plano de rotación de la luz polarizada dentro de un campo magnético.

A semejanza de otros electrofísicos primitivos, Faraday llegó a ser "hombre de medida", a quien se tributó el honor de designar con su nombre una unidad eléctrica, el faradio. Entre otros a quienes hoy recordamos como iniciadores en este campo, vinculando sus nombres a diversas unidades de medidas eléctricas, se cuentan Ampère, de cuyo apellido viene el nombre del "amperímetro", como también el de "amperio", unidad de intensidad de corriente eléctrica; Georg Ohm (1787-1854), físico alemán, de quien viene la palabra "ohmio", conque designamos la unidad de resistencia; Volta, a quien honramos en el "voltio", Galvani, a quien recordamos en los vocablos "galvanómetro" y "galvanismo". Vocablos conmemorativos son también "henry", "coulomb", "watt", "maxwell", y "joule", todos los cuales se escribían primitivamente con mayúscula, como apellidos que eran.

En inglés, no siempre gramaticalmente correcto, por tratarse de notas personales, no destinadas a darse a la estampa, escribió Faraday su diario. Los pasajes que reproducimos aquí están tomados del volumen primero (de septiembre de 1820 al 11 de junio de 1832), de la edición ilustrada del "Diario de Faraday" (Faraday’s Diary), impreso y publicado por G. Bell and Sons. Ltd. (Londres, 1932), un siglo después de escrito, disponiéndolo así la "Royal Institution of Great Bretain".

7 de enero de 1832

El paso de la electricidad por el alambre causado por un polo electromagnético ¿no será prueba presuntiva de que en el circuito eléctrico se requiere tiempo, y quizá mucho tiempo?, ¿No será ello efecto de que en una parte va el alambre en la dirección de la corriente y en otra parte contra esa dirección?.

Experimenté en el estanque que se halla enfrente del palacio de Kensington. Es un estanque artificial, con fondo de estuco u otro material por el estilo; le suministra el agua una de las compañías, de la Chelsea, si no me engaño.

Fue algo estupendo ver cómo producía efecto en el galvanómetro la corriente eléctrica producida por causa tan pequeña como es un poco de materia salina puesta en un recipiente o el contacto insistente de un dedo con el alambre; y eso pasando a través de unos 500 pies de agua y demás de 600 pies de alambre. Esto demuestra el extremo cuidado que se requiere cuando se usa aquel instrumento en experimentos delicados y elementales.

El duque de Sussex ha obtenido licencia del rey para que se hagan estos experimentos en los jardines; y míster Acton [?], me dio toda la ayuda y los hombres que se necesitaban. No fue mucho; pero todo me lo dio de muy buen grado.

12 de enero de 1832

Hoy experimenté en el puente de Waterloo, con licencia de míster Bridell de Secy.

29 de febrero de 1832

Construí un galvanómetro doble, o sea, con dos bobinas separadas y una doble aguja en medio de ellas; es muy bueno y sensible.

26 de marzo

Entendí que la electricidad, al pasar, produce magnetismo en ángulos rectos; de modo que, si se mueven en dirección contraria la electricidad y la aguja, tendremos un imán; porque en tal caso la electricidad y el metal se mueven relativamente y, según parece, es ésta la única condición que se requiere.

Teniendo electricidades contrarias dos líneas o direcciones de fuerza entre dos conductores eléctricos, pudieran llamarse curvas eléctricas, por analogía con las curvas magnéticas. ¿No existirán también tales curvas en el alambre de la corriente eléctrica?.

Las relaciones mutuas entre la electricidad, el magnetismo y el movimiento pueden representarse mediante tres líneas que forman entre sí ángulos rectos, cada una de las cuales puede representar cualquiera de estos puntos, y las otras dos líneas los demás puntos. Esto supuesto, si de determina electricidad en una línea y movimiento en otra, en la tercera se desarrollará magnetismo; o, si se determina electricidad en una línea y magnetismo en otra, ocurrirá movimiento en la tercera. O, si se determina primeramente magnetismo, el movimiento producirá electricidad o movimiento eléctrico. O, si el movimiento es el primer punto que se determina, el magnetismo desarrollará electricidad, o la electricidad magnetismo.

Del libro Autobiografía de la ciencia de Forest Ray Moulton y Justus J. Schifferes (Traducción de Francisco A. Delpiane).